domingo, 20 de enero de 2008

Música de los Andamios

Esto fue algo inesperado, sorpresivo y de mucha concentración y agudización de los sentidos. En una mañana de trabajo habitual en obra, en la construcción, hermoseando e impermeabilizando las fachadas de un edificio en Maipú, empecé a sentir una música un tanto diferente, pero que venía de algún lugar cercano. Creo que no hice muchas conceptualizaciones y oía con indiferencia, pero atento o abstraido, mientras realizaba mis tareas habituales. Esta música iba desarrollándose en forma curiosa sin repeticiones de ningún tipo, lo que cautivo mi atención en un momento, ya que me di cuenta que a la vez de que era una improvisación de alguien, estaba muy cerca mío, más cerca que la persona más cercana. Reconozco que me recorrió un escalofrío. Me dí cuenta que el viento, que corría con mucha fuerza, generaba en las "Tubas improvisadas" de las bocas de los Andamios, esta melodía cautivante. Corrí a mi camioneta y saqué mi cámara Sony P-72, que tiene o capta muy bien el sonido. Me propuse esperar como esperan los fotógrafos a su presa, un sonido como el que había oido. Quizas esperaría sin ningún resultado, ya que no disponía ni de tiempo, ni baterías cargadas, pero había muchas posibilidades de que algo pasara ya que el viento tipo 2 P.M. en ese lugar es sencillamente potente y la cantidad de andamios que podían dar los tonos esperados eran bastantes. Así fue que grabé lo siguiente. En la primera parte (70%) uno tiene que diferenciar el ruido del viento contra la cámara, que es mucho más fuerte que lo que uno recibe a través de los oidos y también diferenciar como digo el ruido de los movimientos no esperados de lo otro, ese suave sonido del viento contra las bocas de los andamios. Luego, gracias a Dios se dio algo bellísimo, aunque reconozco que oí cosas mejores. Verdaderamente era un regalo....................

Calabazas en el Mercado


En un paseo por la Vega Central buscando motivos, encontré un puesto como este