VOCES HUMANIZANTES
El país está pasando por un momento en el que sería beneficioso que se alzaran voces que orientaran a toda esa masa de ciudadanos que no tiene una preparación suficiente, ni un punto de vista tan informado, acerca de todo tipo de variables sociales y económicas, que solo se consiguen con estudios, con experiencia, con roce mediático y con un vocabulario ad hoc a las circunstancias históricas.
Sinceramente tengo graves problemas de credibilidad con muchas de ellas y esas voces que se alzan hoy en día y que deberían orientar, más que orientar, desorientan y no brindan una base de sustentación que permita entender los importantes acontecimientos que nos afectan invariablemente, día tras día en cantidades más que suficientes.
Hay un señor muy conocido que habla de economía como si se estuviera limpiando el trasero. Y no me refiero a esos ”dos hermanos” que tanto bien le han hecho a esa clase tan poco apoyada por los distintos poderes y actores de la economía, como es la clase media chilena.
Hay otro señor que habla de educación y que se presta para conversaciones y comentarios banales y hasta quizás un tanto faranduleros. Entonces uno no sabe hasta donde creer en lo que plantea, aunque reconozco que con él, yo personalmente no tengo problemas. Sé que hace una labor encomiable y que en definitiva está liderando un frente de importancia radical. Pero bueno, ¡¡a donde lo lleva tanta farandulización de su mensaje!!!
Hay por ahí también, un empresario que se debate entre la vida y la muerte, que aboga por su más absoluta inocencia y encuentra culpables de su enfermedad a cada paso, pero que no vaciló en exprimir durante lapsos de tiempo que no puedo precisar, pero que sí llevo en el recuerdo y que son de larga data, a una cantidad no menor de sus trabajadores.
Hay otro dirigente de agrupaciones empresariales que se permite arengar a sus propios pares en el congreso anual que los agrupa, con versos muy manidos y retorcidos que no convencen a nadie y que solo pretenden crear una barrera invisible y poco sólida contra cualquier amenaza que pueda ver afectada la viabilidad del sistema que les permite esquilmar a la población sin misericordia.
Me pregunto si no hubiera sido una señal importante y una demostración tangible de un sector “duro” por antonomasia como son los empresarios, el invitar a ese congreso a los dirigentes estudiantiles, y digo invitarlos formalmente, porque la verdad sea dicha, a los empresarios no les interesa invitarlos y no sé tampoco si ellos hubieran ido. Pero el contar con ellos y que hubieran adecuado su mensaje y redirigirlo hacia los “empingorotados capitanejos de la industria local”, hubiera sido un golpe muy bien dado, a quienes no hacen ni el intento por abrirse a las demandas estudiantiles.
Que hubiera pasado?...nada.
Qué más que beneficios les hubiera reportado?.....muchos.
De que estarían hablando ahora los dueños y señores de Chile?......de lo mismo de siempre.
Pero que señal más potente esa que pone cara a cara a la dirigencia estudiantil frente a los que concentran el poder que según ellos, no les permite concentrar en sí mismos esa herramienta capaz de crear las bases de una “Democracia del Conocimiento” . Porque eso es lo que ellos buscan en el fondo, un “NO” al elitismo cognocitivo, un “NO” a la falta de oportunidades, un “NO” al correlato intelectual de la poco conocida Alexitimia emocional, un “SI” a la orientación de las masas ignorantes y por siglos ignoradas. Que discurso hubieran improvisado? Les aseguro que ese discurso hubiera hecho historia y se hubieran ablandado muchos corazones y se hubieran acercado tanto más las posiciones.
Pero bueno, el tema aquí es otro y siguiendo con las voces que se esconden o se expresan ¿quien habla por las mujeres en esos congresos de “hombres duros”?
No vi a nadie que hablara por boca de las féminas y eso me parece por decir lo menos, sospechoso.
Es sospechoso que frente a un momento histórico de relevancia, la mujer esté ausente, cuando ella es la llamada a avivar las aguas que permitan la comprensión. Ella es el motor emocional, la fuerza vital de una renovación compleja a la que estamos asistiendo y no pueden restarse, sin comprometer gravemente la solidez de lo que finalmente se convenga en materia social.
Quien es el que marca las pautas entre lo posible y lo imposible?
Quien establece los parámetros entre los cuales dinamizar las motivaciones generacionales y ciudadanas?
No puede ser un Ministro de Hacienda. Él es el llamado a usar sus conocimientos en la consecución de las demandas sociales, pero no el llamado a ser el director de orquesta. Él es el llamado a establecer los puntos de inflexión y a mostrar los escenarios posibles, establecer cuales son las probables amenazas y las también posibles oportunidades, pero nunca debe dictar cátedra acerca de lo que debe o no debe hacerse. Ese no es el papel que el cargo ni la ciudadanía le otorga.
No puede ser un Ministro de Educación entrante, que es una pieza más del tablero de juego del gobierno de turno. Él no es un especialista. Bien pudo ser un muy buen abogado que se educó sobre la “Cota mil” y que tiene ancestros suficientes para llevar la banda presidencial, pero no es un interlocutor válido, por lo menos en ese campo en el que no le ha ganado a nadie, ni se ha ganado ese lugar por mérito propio ( y me refiero a méritos en el mundo social)
No puede ser tampoco un Presidente de la República que dicho sea de paso, lleva dos años de gobierno tremendamente difíciles, con la falta de distancia que los mismos acontecimientos le imponen y restándole solo dos años de gobierno en que tiene que cumplir con innumerables promesas de campaña. Además él mismo no tiene antecedentes de haber sido un representante de los sectores más vulnerables de la sociedad chilena. No puede hablar por ellos porque nadie le creería.
No pueden ser personas que van y vienen en el acontecer político y social. Ellas provienen de una élite social, que no está llamada a aportar lo que no ha tenido nunca, conciencia social. Y no es una crítica, sino un realidad. Esta bien que hagan lo mejor posible lo que están haciendo, pero no son ellos los llamados a levantar la voz en nombre de los más necesitados. Nunca han estado del lado de los desposeídos, recibieron todos educación gratuita y han gozado de los beneficios de un sistema que solo advierte la presencia de unos pocos. Curiosamente ellos se encuentran entre los que aparecen como "visibles" y no precisamente como los que se podría denominar en términos astronomicos, como la "materia oscura" de ese universo tan extenso.
Deben elevarse esas voces que han trabajado en las medianías y en las penumbras con el trabajador, con el minero, con el asalariado que le ha costado el sudor y lágrima de una vida llena de carencias y de estrecheces.
¿y donde están esas voces?
Esas voces y esa fuerza que nos acercan a lo imposible y que mueve el corazón de las nuevas generaciones, es el verdadero motor del desarrollo y que siempre descansa en el alma del pueblo, en las necesidades de la gente común y en el corazón de los que por no estar tan contaminados, hacen eco fácilmente con los más necesitados.
Quién habla por ellos? quién habla por nosotros? quién habla por todos? quien habla finalmente como representante de la voz del pueblo que gime por reivindicaciones que les han sido negadas por generaciones?
Créanme que es difícil reconocer de entre el griterío y la muchedumbre, a esas voces calificadas, pero de que las hay, las hay y espero que el devenir de los acontecimientos dé sus frutos más sabrosos y deje oír los cánticos de sus almas grandes, esas que por su naturaleza generalmente se esconden de estas aglomeraciones y griteríos, ya que la turba siempre necesita de culpables, de muertos y heridos para justificar sus más cruentas motivaciones.
Es hora que emerjan de las profundidades esos apellidos que comienzan con la B de Berríos, la B de Baranda, la J de Jarlán, la D de Dubois por nombrar a algunos que entregaron su vida, algunos que lo siguen haciendo y otros que literalmente la donaron a la causa o a una institución tan desprestigiada hoy en día y que siempre ha tenido entre sus bases a gente tan valiosa. También otros intelectuales con la S de Soublette, otros trabajadores con la B de Blest, artistas y civiles comunes y corrientes en lo externo, pero que tienen y contienen en su pensamiento, en su canto o en su obra, lo mejor de nosotros mismos, más por lo que han hecho y desarrollado, que por lo que han dicho y han hablado por los distintos medios.
Voces humanitarias y convocantes, voces que son hoy día una urgente necesidad.
Nuestros jóvenes los necesitan
Rafa Torres
No hay comentarios:
Publicar un comentario