viernes, 24 de junio de 2011

TEMORES REALES NO MANIFIESTOS



Existen señales evidentes de que estamos ad-portas de una campaña de manipulación masiva, en relación al total descontrol con que el sistema afronta todavía a estas dos herramientas que se han puesto al servicio de la humanidad y que son el resultado del desarrollo de la ciencia y de su propio espíritu creativo. Se trata del acceso a la información por un lado, mediante los diferentes "Buscadores" que operan en internet y de las redes sociales por el otro, los cuales han resultado ser fundamentales para que la población mundial en toda su diversidad, cobre vida y gane en libertad.
Alguna vez, un día 9 de noviembre de 1989 cuando caía el «Muro de la vergüenza» y quedaba de manifiesto la nula posibilidad de imponer un sistema igualitario que diera garantías y derechos a todos los seres humanos, yo me preguntaba acerca de cual sería el hito que dejaría al descubierto al sistema capitalista y cuando ocurriría ese evento.
Creo que estamos asistiendo a ese momento, en vivo y en directo.
¿Y si no? que son esa serie de eventos que fueron detonados en enero de este año por Túnez, y que luego se fueron replicando en Egipto, Jordania, Marruecos, Yemen, Bahrein, Sudán, Omán, Kuwait, Libia, y Siria, para que más tarde se desaten en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Logroño, Santiago de Compostela, Toledo, Bilbao y otras y luego se extendió al resto de Europa, como sucedió en muchas ciudades de Francia, Grecia, Alemania, Portugal, República Checa, Hungría, Polonia, y Austria.
¿Y que es sino lo mismo, lo que observamos aquí en Chile?
¿Cual es la forma que tomará este cambio tan fundamental?
No cometeré el error de asumir algo que es propio de la imaginación y de la creatividad de toda la humanidad y en especial de los jóvenes, pero sí me gustaría advertir acerca de mis temores.

Intentarán usar esas mismas herramientas en su favor y para eso se mimetizarán entre sus finas y delicadas ramificaciones y llegarán hasta el último de sus miembros y echarán a andar la máquina perversa que actuará exactamente en el sentido contrario del interés de la humanidad.
Detectarán a los cabecillas, investigarán en sus vidas, delatarán, amedrentarán y si es necesario harán el trabajo sucio al que están acostumbrados. Sacarán los hechos de contexto, armarán una trama publicitaria y terminarán convenciendo a Pedro, a Juan y a Diego, que lo que más les conviene a todos es avalar un organismo fiscalizador que se encargará de fichar con una sigla o con un número, a cada uno de los 7 mil millones de seres humanos, los cuales tendrán que dejar marcado a su paso, por cada lugar que frecuenten, por cada cosa que compren, por cada acción que ejecuten, lo cual se acoplará al historial y les dará obviamente la rutina, el momento de la acción y la ubicación de cada uno de sus 7 mil millones de sometidos.

De cada cosa que toquen saldrá petróleo y serán los nuevos dueños y la humanidad, sus obedientes vasallos. Este opresor fue alguna vez de izquierda y otras veces de derecha. Mi interés no está ni en una, ni en la otra, sino en que todos estemos sobre aviso.
No nos dejemos amedrentar, no creamos en todo lo que se ve, no creamos en todo lo que se recrea fraudulentamente.



El arma de los verdaderos revolucionarios siempre estuvo fuera del alcance del opresor y aunque aparentemente en algunos casos eran las armas la única forma de defenderse, no creo que ahora tenga ninguna relación con aquellas. Todo lo contrario, pienso que el arma en este caso es “la estructura misma de la conciencia”, la cual debemos construir entre todos, alertando, dando a conocer, comunicando, denunciando, promoviendo y en general compartiendo, para que a la manera de los vasos comunicantes, nos hagamos conscientes toda la humanidad en su conjunto. Luego de eso, la propiedad de la conciencia conocida como “Mono cien” hará el resto.
Todos somos una parte de la misma cosa y debemos estar atentos a cualquier intento de división. Esa es nuestra verdadera fuerza. Somos todos, una y la misma cosa. Somos una humanidad que quiere desarrollarse y que no está dispuesta a que alguien de sus filas sea sometido por razón alguna.
Defendamos nuestro derecho y los mecanismos de control, que nos permitan estar siempre comunicados y no nos descuidemos de los intentos del sistema de generar una “intoxicación masiva”. En las protestas a las que asistimos hoy en día, es sumamente curioso que los que participan en los actos de vandalismo, sean siempre una minoría casi despreciable, matemáticamente hablando. Es posible que ellos, “el sistema” intenten hacer lo mismo al interior de las redes sociales y generen una “Torre de Babel” que sea inmanejable.
Está en nuestras manos reaccionar ante estos intentos de someternos y de dar un paso atrás en el trabajo por la paz mundial.
Hacer circular la información, destapar la censura, denunciar a quienes se coluden, poner en evidencia a los poderes políticos, hacer de esta red una herramienta al servicio de la humanidad.

Rafa Torres

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