¿Sabían ellos?, los Hippies, que liderarían una manifestación que estaba destinada a fracasar, sabían los Movimientos de Izquierda del 68, que sufrirían la misma suerte, sabrían los Pingüinos del 2006, que moverían apenas un centímetro, los pesados cimientos del aparato institucional y que sus figuras morirían en ese momento.
Pero ni los hippies, ni los movimientos del 68, ni los mismos pingüinos dejaron por eso de jugar el papel que les correspondía. Ellos son el primer eslabón de la cadena que toma lo que tiene a la mano y marca a sangre y fuego en la piel de la sociedad, lo que el espíritu de los jóvenes anhela profundamente.
Ellos no tienen todavía la cantidad de fuerza suficiente, ni la mirada global que se necesita, para llevar tan adelante(hasta el momento del cambio), el sufrimiento y las pesadas heridas arraigadas en el alma de la sociedad. Pero es su instinto juvenil y la reciprocidad entre las más bellas ideas y los dolores internos, los que los hacen sin duda ser la mejor bandera, o quizás más bien la bola primera sobre la mesa, que golpea con fuerza y desordena el juego que está por venir.
rafael.torres3
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