domingo, 21 de junio de 2009
YO QUIERO SER COMO UNO DE ELLOS
No creo poder claudicar
aunque las evidencias sean concluyentes
no creo que me invada el pesimismo
definitivamente
no creo sea posible ser domado
por las fuerzas de lo aparente
mucho antes vino a mí
y me susurró al oído
siempre ha estado cerca
de mi lógica cotidiana
Ha sembrado sus semillas
que son mi fiel testimonio
y no es oportuno
al borde de los acontecimientos
hacer oídos sordos
de su palabra de vida
pide y recibirás
llama y te abrirán
busca y encontrarás
hoy día fue así
ayer también
hace 10, 20 y 30 años
nunca ha sido distinto
Hay quienes podrían analizar tu vida
a la luz de los acontecimientos
y podrían restar, sumar y multiplicar
encontrando un resultado a cada paso
nadie ve el peso del condicionamiento
lo profundo de lo hereditario
la invalidez frente al poder
la ejercitación permanente
la vida de los pensamientos
el nacimiento a la vida
la acumulación emocional
y el cielo espiritual
Yo quiero ser como uno de ellos
de los que caminan por la tierrra
impresionados por la vida
en todas las formas posibles
que le duelen los colores en la retina
que saborean los manjares
que huelen los aromas y sus delicias
porque sueñan y crean realidad
para ellos y para los demás
porque caminan y van dejando huella
y su vida es un rezo permanente
su trabajo es una oración simple
porque simplemente lo hacen bien
y a cambio de nada
sus palabras son una eterna plegaria
porque generalmente están en silencio
porque gozan cuando comen
cuando beben y se alegran
y con el juego sexual también gozan
Si, si, si que los monjes salgan del monasterio
y se mezclen con la gente de la calle
y que la gente entre en el monasterio
y sientan un atardecer benedictino
donde se mezclan hasta la saciedad
en toda la gama interminable
el carmesí alizarino y el azul ultramarino
entre la densidad de la atmósfera
y el sol del atardecer
con los pies en la hierba
y la mente en el cielo
sin sospecharlo, suavemente
tañen las campanas
y de fondo un órgano, suena a lo lejos
y todas las voces monocordes
en una armonía gregoriana
Yo quiero ser como uno de ellos
sin Dios ni Credo
de los que caminan por la tierra
impresionados por la vida
porque me gusta lo verde y toda la fruta
los blanquillos y la uva rosada
yo quiero ser como uno de ellos
de los que caminan por la tierra
Y son sensibles a la vida
porque su tristeza es el dolor ajeno
su dolor, la escasez y la pobreza
no odian a nadie
y a quienes los desprecian
también los aman
porque tienen conciencia
que no saben lo que hacen
yo quiero ser como uno de ellos
rafael.torres3
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